Fuicking domingo! como todos!

Alguien conoce alguna técnica para mejorar la asquerosa-hipócrita rutina de domingo en familia??




Sentirse ajeno en lo mas propio, ser el campesino perdido en la inmensidad de la ciudad, la paloma a 100 mts. de profundidad, la chica nueva del barrio, el cordero que aparece en la camada de crías de una madre loba. El lugar que mas seguridad debería brindar, el mas cálido, hay donde están las personas que "pase lo que pase" van a estar, ayudando, acompañando, mostrando otro camino, al menos escuchando. Donde tenés que dejar todas las broncas, las peleas, y ponerte la camiseta de contento, donde te llenan de besos, de amor, donde los dolores mas fuertes tendrían que desaparecer, porque ellos son muchos mas importante que cualquier cosa que pase. Sentirse ajeno hay, en ese lugar que después de nacer debería ser lo mas parecido al útero de mamá. Patético no? Patético pero real, absoluta y desafortunadamente real. Será que uno se acostumbra también a esa concepción de hogar como se acostumbra a tomar el té con edulcorante? Quisiera creer que en algún momento va a ser diferente, hasta elijo pensar que es una etapa (aunque lleva ya demasiado tiempo) y como tal tiene que terminar, un mal momento, que va a pasar. Y si, cuando tomas distancia las cosas se apaciguan, si, los kilómetros atenúan diferencias, pero siguen hay, siguen estando, siguen sin solución. Ojalá algún día inventen un corrector de diferencias, como inventaron el corrector de tinta, porque con la goma se rompa de borrar se rompe el papel, así, resquebrajándose, igual se rompe el alma.




El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.

Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?". Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos. Los buenos y los malos .

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: ¿Dulce o amargo? El otro responde: -Como tomes vos. Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.

Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.

Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate.

Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa. Es la sinceridad para decir: basta, ¡cambiá la yerba! Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente,no? Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Ahora vos sabes, un mate no es sólo un mate...


Lalo Mir








Tomamos un mate?








Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca.
No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.

Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.


Martha Madeiros (atribuido erróneamente a Pablo Neruda)








Espero sinceramente lo hayan disfrutado, es precioso y sumamente útil si lo pusiéramos en práctica en los tiempos que corren...



=(


¿Quieres ser médico, hijo mío?

¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a la vida privada; mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de

los inoportunos, tu puerta quedará siempre abierta a todos; a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; ya no tendrás hora que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás.

Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en casos de urgencia; pero los ricos te tratarán como esclavo encargado de remediar sus excesos; sea porque tengan una indigestión, sea porque estén acatarrados; harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman en muchísimo su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles más vulgares de su existencia, decidir si han de comer ternera o cordero, si han de andar de tal o cual modo cuando se pasean. No podrás ir al teatro, ausentarte de la ciudad, ni estar enfermo; tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto como te llame tu amo.

Eras severo en la elección de tus amigos; buscabas a la sociedad de los hombres de talento, de artistas, de almas delicadas; en adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado; prolongarás vidas nefastas, y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo.

Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación; ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela. Los habrá que desconfiarán de ti si no gastas barbas, otros si vienes de Asia; otros si crees en los dioses; otros, si no crees en ellos.

Te gusta la sencillez; habrás de adoptar la actitud de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo, no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arranquen del principio de los tiempos para explicarte un cólico; ociosos te consultarán por el solo placer de charlar. Serás el vertedero de sus disgustos, de sus nimias vanidades.

Sientes pasión por la verdad; ya no podrás decirla. Tendrás que ocultar a algunos la gravedad de su mal; a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en parecer burlado, ignorante, cómplice.

Aunque la medicina es una ciencia oscura, a quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito. Si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a charlatanes que venden la mentira que necesita.

No cuentes con agradecimiento; cuando el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas, y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra.

Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen del médico. Cuanto más codiciosos ellos, más desinteresado ha de ser él, y los mismos que se burlan de los dioses le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en él para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios. Cuántas veces, un día hermoso, lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de una pieza de Sófocles, te llamarán para un hombre que, molestado por los dolores de vientre, pondrá ante tus ojos un bacín nauseabundo, diciéndote satisfecho: "Gracias a que he tenido la preocupación de no tirarlo". Recuerda, entonces, que habrá de parecer que te interese mucho aquella deyección. Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por las mañanas desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseos. ¡Cuántas veces te asustarás al ver un cocodrilo adormecido en el fondo de la fuente de los placeres!

Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres.

Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Piensa mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!

Esculapio


Sin ninguna duda el sacrificio mas hermoso!



Ansias ansias ansias de 2010 =)


Se que no tenes mucho tiempo, que seguramente ya esta completa tu agenda por los próximos 30 días, y que cada una de tus horas se cotiza a precio dolar, pero prometo no robar mucho tiempo, solo unos segundos. Si, si, ya se que te esta esperando, pero dejame hablarte, voy a ser breve, porque al fin y al cabo no hay mucho que decir.Quería que supieras que, mas allá de las idas y venidas, de los minutos contados, de tus responsabilidades y las mías, en mi vida seguís presente como hace 10 años, cuando la hora que perdíamos para tomar la leche era motivo de extrañar. Ya se que no somos dos criaturas, sin noción de tiempos, que tenían como única tarea mantener en orden la casita del árbol, ahora somos dos adultos, llenos de responsabilidades y deberes que nos llevan las 24 hs del día, pero también tenemos esa necesidad de ese consejo amigo, esa mano cálida que siempre tiene una linterna, un fósforo o algo para iluminar un poquito el día oscuro que toca; al menos yo lo necesito. Necesito que vuelvas a ser mi confidente, necesito verte cuando salga de casa todas las mañanas, aunque sea para un buen día y hasta luego, con saber que esa mañana estas bien me alcanza. Junto con el número de velas en el ultimo pastel, cambiaron nuestras prioridades, nuestros problemas, ya no voy a buscarte llorando porque mi hermana me rompió la barbie, ni si quiera porque el vecino me robo el chupetín. No voy a buscarte por eso, pero no significa que a veces no haya sentido necesidad de ir a buscarte llorando, la noche que mi medico me dijo que las cosas no andaban bien, o la mañana de abril que me mire en el espejo y sentí por primera vez las consecuencias del paso de los años. Quisiera poder llamarte, aunque sea a tu celular, para que me cuentes como estas, para decirte que me hace muy feliz haber compartido mi vida con vos, y a pesar que las cosas hayan cambiado, sigo sintiendo el mismo cariño de siempre, sigo queriéndote muchísimo mejor amigo. Disculpame, no puede evitar las cursilerías y me extendí un poco, espero que no llegues tan tarde a la reunión, no era mi intención, solamente necesitaba sincerarme con vos, porque sabes que? es verdad eso que dicen, que la vida no le es garantizada a nadie, y la juventud no es un pasaporte a la excepción.
































Injusticias como la que te toca vivir hacen de este mundo uno peor, hacen que los que dicen que vivir es un juego sin sentido tengan por un minuto la razón. Cuando decís 20 años, la mayoría de la gente asocia la mejor edad, la juventud, el mundo a los pies, con la misma lógica que asocian playa con arena, o bosque con arboles. Pero a vos la historia te toca de la otra cara, te dio un problema, pero también las herramientas para solucionarlo, porque no dudes que te sobran las fuerzas y el coraje para pelear con esta y con lo que sea. Y si se te cruza por la mente flaquear, levantar bandera blanca, acordate de los que estamos acá, que te hacemos el aguante,aunque sea desde lejos. Vos decidiste pelearla sola, en silencio, digno de alguien que derrama valentía. Por eso respetamos tu desición, pero acordate que te amamos, ahora y siempre, , yo se que vas a poder, vas a venir victoriosa como siempre, y ya buscando los libros que te corre el parcial de derecho constitucional!
Sin haber peleado, sos una ganadora, y te espero para ver al asqueroso y patético derrotado, si a vos te digo, maldito cáncer.