Sentirse ajeno en lo mas propio, ser el campesino perdido en la inmensidad de la ciudad, la paloma a 100 mts. de profundidad, la chica nueva del barrio, el cordero que aparece en la camada de crías de una madre loba. El lugar que mas seguridad debería brindar, el mas cálido, hay donde están las personas que "pase lo que pase" van a estar, ayudando, acompañando, mostrando otro camino, al menos escuchando. Donde tenés que dejar todas las broncas, las peleas, y ponerte la camiseta de contento, donde te llenan de besos, de amor, donde los dolores mas fuertes tendrían que desaparecer, porque ellos son muchos mas importante que cualquier cosa que pase. Sentirse ajeno hay, en ese lugar que después de nacer debería ser lo mas parecido al útero de mamá. Patético no? Patético pero real, absoluta y desafortunadamente real. Será que uno se acostumbra también a esa concepción de hogar como se acostumbra a tomar el té con edulcorante? Quisiera creer que en algún momento va a ser diferente, hasta elijo pensar que es una etapa (aunque lleva ya demasiado tiempo) y como tal tiene que terminar, un mal momento, que va a pasar. Y si, cuando tomas distancia las cosas se apaciguan, si, los kilómetros atenúan diferencias, pero siguen hay, siguen estando, siguen sin solución. Ojalá algún día inventen un corrector de diferencias, como inventaron el corrector de tinta, porque con la goma se rompa de borrar se rompe el papel, así, resquebrajándose, igual se rompe el alma.

4 comentarios:

  1. Viste? Quien en el fondo no sueña que algún día, así como por arte de magia todo sea color de rosas, aunque sea rosa pálido! jaja
    la parte de nuestra ingenuidad que nos hacer mierda cuando se choca con el día a día...

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  2. Pasa seguido, estaría buenísimo corregir las diferencias.

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  3. Se convierte con el tiempo en algo tan rutinario sentirse derrotado ante las dificultades que nos prepara la vida.
    También, lo cierto es que, a veces nos volvemos perezosos, y si el día ya esta gris no hacemos nada para que cambie de color.
    Pero hay algo que sabemos todos, y es que con todo, estar aquí es un regalo maravilloso.
    Para mi las diferencias se aparcan pero no se irán, nunca lo harán.
    Ójala inventaran el corrector que imaginas, estate segura de que yo también lo compraria.
    Un saludo ;)

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